Martín Núñez, un joven de 23 años, desapareció el viernes por la tarde en las aguas del Río de la Plata, a la altura de Puerto de Olivos, mientras navegaba junto a su novia y un amigo. Según contó a Clarín su padre, Cristian Núñez, Martín se había tirado al agua para refrescarse, pero no logró regresar a la superficie porque lo arrastró un remolino.
«Se juntaron temprano ese día para navegar desde San Fernando hasta Puerto de Olivos. Era algo que disfrutaba hacer con su amigo, que tenía un velero. Martín había hecho viajes cortos antes e incluso había cruzado a Uruguay en el mismo barco. Ya conocía la dinámica«, explicó Cristian, quien mantiene una vigilia constante en el puerto, esperando noticias de su hijo más chico.
El último contacto que tuvo Martín con su padre fue a las 15.22. “Estoy navegando, pá. Vuelvo más tarde a casa”, le escribió. El accidente ocurrió cerca de las 16.30. La llamada de alerta llegó de la novia de Martín, Jessica, que llamó al hermano mayor avisando lo que le había pasando.
«La novia de mi hijo nos contó que ataron una soga al barco, en la baranda del barco. Y en el otro extremo ataron un salvavidas circular, lo tiraron al agua y supuestamente mi hijo se iba a tirar y se agarraba de eso, pero falló el cálculo. Un remolino se lo chupó y desapareció. Las corrientes eran muy fuertes ese día, el río estaba muy picado, mucho viento y un sol imperante», describió Cristian, visiblemente afectado.
Martín y su familia son de Chubut, y desde hace tres años viven en Buenos Aires. Es un joven activo y disciplinado. Trabajaba en mantenimiento junto a un amigo y este año se estaba preparando para ingresar a las fuerzas de seguridad. Según su padre, se dedicaba al gimnasio y llevaba una vida saludable. «No fumaba ni tomaba. Se estaba preparando para cumplir su sueño«, relató.
La Prefectura Naval Argentina lidera el operativo de búsqueda con equipos especializados, embarcaciones y buzos. Además, un helicóptero rastrea la zona desde el aire. Hasta el momento, no se han encontrado rastros de Martín.
«Es un momento muy difícil para toda la familia. Estamos aferrados a la esperanza de que aparezca. Prefectura está haciendo un trabajo impecable, pero las horas pasan y la angustia crece», concluyó Cristian.
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