Luis Caputo y Javier Milei
El presidente Javier Milei busca denodadamente la manera de recuperar la centralidad de la agenda pública en medio de los distintos frentes que se le abrieron en las últimas semanas. Al escándalo en que quedó envuelto por promocionar activamente una estafa con criptomonedas en sus redes sociales, se sumaron en los últimos días nuevos tropiezos en su gestión como su muy tardía reacción al drama que se vive en Bahía Blanca, las sospechas en torno a la supuesta «valijera» de la CPAC y la feroz represión a la marcha en defensa de los jubilados.
Frente a este complejo escenario Milei se aferra a la única cucarda que puede colgarse desde su llegada a la Casa Rosada: la sostenida baja de la inflación.
Sin embargo este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) le asestó un duro golpe. Es que en febrero la baja de la inflación revirtió su tendencia a la baja y volvió, aunque muy levemente, a subir en comparación con el mes previo.
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A pesar de ello Milei encontró la manera de celebrar el dato de inflación y esta vez, en lugar de mostrar la inflación mes a mes y la tendencia a la baja como venía mostrando desde que inició su gestión eligió mostrar la baja en la comparación interanual.
Para ello reposteó en su cuenta en la red social X un mensaje de uno de los tantos miembros del muy bien rentado ejército de trolls al mando del funcionario sin cargo oficial, Santiago Caputo.
«Lo que los mandriles no quieren que veas» comienza el violento mensaje en el que muestra en los 12 últimos meses la inflación fue del 66% cuando en enero esa misma comparación había sido del 84%. Una tendencia a la baja que se registra en las comparaciones interanuales de manera ininterrumpida desde mayo pasado.
Tendencia que este mes se quebró en la comparación mes a mes y que, el mensaje que eligió Milei para repostear y celebrar sus logros en la lucha contra la inflación no muestra.
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Unas horas más tarde eligió un segundo tuit para celebrar el dato de inflación en el que busca crear un dato paralelo en el que decide quitar de la ponderación uno de los elementos cuyos precios más se encarecieron en febrero pasado: la carne.
Casi como un IPC on demand, en el que solo se mide aquello que conviene medir para el relato, Milei asegura: «Dato clave, si limpiamos el efecto puntual de lo que ha pasado con la carne, la tasa de inflación hubiera sido del 1,8%».
Y anticipó que el dato de marzo no retome el ansiado sendero a la baja que le permita sostener el relato oficial. «A su vez marzo también tiene temas de estacionalidad, pero de mantener el rumbo económico, en abril/mayo se podría estar quebrando el 2%…», publicó ya atajándose.
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