Las vacaciones de invierno son una pausa muy esperada, sobre todo para los más chicos. Y en ese contexto, caer en la utilización de las pantallas y pasar horas frente a los dispositivos es muy fácil, Lo bueno es que siempre hay muchas posibilidades de escapar a la tecnología y profundizar los vínculos cara a cara.
Por eso, en este receso invernal, te proponemos recuperar algo que parece simple pero es profundamente transformador: estar presentes, realmente presentes, para compartir con quienes nos rodean. Junto a OSDE te contamos algunas ideas para que estas dos semanas de descanso transiten de la mejor manera, encontrando el bienestar emocional que es tan importante durante sus primeros años de vida.
1. Una ronda de juegos de mesa.
Clásicos o nuevos, siempre invitan a compartir tiempo en grupo. No solo entretienen, también que también estimulan el diálogo, la paciencia y el trabajo en equipo. Son una excelente excusa para dejar de lado los dispositivos y vivir esas situaciones de risa tan sanadora.
2. Cocina compartida.
Preparar una comida en conjunto puede ser mucho más que una tarea: puede convertirse en un ritual. Elegir una receta, dividir roles y cocinar de manera colaborativa abre un espacio para conversar, aprender y disfrutar de los pequeños logros.
3. Lectura en voz alta.
Leer un cuento o un capítulo de un libro en voz alta puede ser un puente entre generaciones. Ayuda a concentrarse, escuchar y sentir en comunidad. La literatura, además, es una gran puerta de entrada para hablar de temas actuales y generar reflexiones compartidas.
4. Salidas cortas, grandes momentos.
Un paseo por una plaza, una merienda en casa de alguien querido o una visita a una muestra o teatro infantil puede cortar con la rutina tecnológica y abrir nuevas conversaciones. No hace falta ir lejos: lo importante es salir del modo automático.
5. Crear espacios sin pantallas.
Proponer ciertos momentos del día sin tecnología —como las comidas, o una hora fija por la tarde— puede ayudar a todos los integrantes a estar más atentos al presente. Lo fundamental es que la propuesta sea consensuada y compartida, para que nadie lo sienta como una imposición.
Estar cerca, de verdad
Cada encuentro offline es una oportunidad para construir vínculos más sólidos. Mirarse a los ojos, escucharse sin interrupciones y disfrutar del tiempo compartido son hábitos que se cultivan. Y en estas vacaciones, cuando el frío invita a quedarse en casa, tal vez sea el momento perfecto para empezar.
Junto a OSDE, te regalamos estos consejos para que los encuentros en casa promuevan el bienestar integral, fomentando hábitos saludables, la inclusión y el cuidado emocional. Este invierno, más que nunca, la invitación es a reconectar con lo esencial.