Noland Arbaugh aseguró que todo valió la pena y describe el implante como una segunda oportunidad para vivir con sentido.
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A 18 meses de la cirugía, el joven describe un cambio radical en su día a día.
La vida de Noland Arbaugh, de 32 años, dio un giro inesperado gracias a un implante cerebral desarrollado por Neuralink, la compañía de Elon Musk. Paralizado desde 2016 tras un accidente de natación, ahora puede manejar computadoras, dispositivos del hogar e incluso videojuegos solo con su mente.
El procedimiento se realizó en el Instituto Neurológico Barrow y consistió en insertar finísimos hilos con más de 1.000 electrodos en su corteza motora mediante un robot especializado. Esta tecnología traduce la actividad cerebral en comandos digitales, lo que permite a Arbaugh interactuar con el mundo sin mover un músculo.
Cambio radical en el día a día
A 18 meses de la cirugía, el joven describe un cambio radical en su día a día. Dedica hasta diez horas diarias a estudiar, trabajar y usar el dispositivo, algo que antes era impensable. Actualmente cursa neurociencia en Arizona y también dicta conferencias, destacando que el chip le devolvió autonomía y propósito.
“Antes pasaba los días dormido y las noches despierto… no tenía metas ni sentido”, contó. Hoy asegura que siente que su potencial está de vuelta y que puede desarrollarlo de formas significativas.
neuralink
Esta tecnología traduce la actividad cerebral en comandos digitales, lo que permite a Arbaugh interactuar con el mundo sin mover un músculo.
Arbaugh decidió sumarse al ensayo clínico no solo para mejorar su vida, sino también para aportar al avance científico: “Aunque algo saliera mal, sabía que mi participación podía ayudar a otros en el futuro”, relató. Neuralink se encargó de los gastos de la cirugía y los traslados, y el joven ha recibido remuneración por conferencias vinculadas al proyecto, incluida una presentación pública en febrero de 2024.
La experiencia, sin embargo, no estuvo exenta de desafíos. La exposición mediática y el acoso en redes sociales fueron parte de su día a día, incluyendo un incidente con un operativo SWAT tras una alerta falsa en su domicilio. A pesar de esto, Arbaugh asegura que todo valió la pena y describe el implante como una segunda oportunidad para vivir con sentido.
Neuralink, fundada en 2016 por Elon Musk, desarrolla interfaces cerebro-computadora que permiten transmitir señales neuronales a dispositivos externos de manera inalámbrica. La tecnología abre nuevas posibilidades para restaurar funciones en personas con discapacidades neurológicas y avanzar en la comunicación directa entre cerebro y sistemas digitales, aunque aún enfrenta retos prácticos, como la necesidad de recargar la batería del implante cada pocas horas.
El caso de Arbaugh marca un hito: no solo es una demostración del potencial de la tecnología, sino también un ejemplo de cómo los avances de Silicon Valley podrían redefinir la vida de personas con limitaciones físicas severas.