Un juez federal rechazó el lunes un recurso interpuesto por Associated Press (AP) para levantar la negativa de acceso impuesta por la Casa Blanca, sin pronunciarse sobre el fondo del caso. El veto se extiende incluso al avión presidencial, donde las agencias de noticias tuvieron un asiento permanente por mucho tiempo.
La Casa Blanca comenzó a restringir el acceso a los reporteros de la reconocida agencia estadounidense hace dos semanas por la decisión de la agencia de seguir usando el topónimo “Golfo de México” pese a la orden de Trump de renombrar esta zona marítima como “Golfo de América”.
En consecuencia, AP radicó una demanda contra tres funcionarios de la Casa Blanca en Washington al afirmar que la exclusión de sus periodistas viola la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libre prensa y libertad de discurso.
El lunes, el juez Trevor McFadden, designado por Trump, rechazó la petición de la agencia de restituir inmediatamente su pleno acceso a todos los eventos de la Casa Blanca. Solicitó además a las partes presentar argumentos escritos y fijó audiencia resolutoria para el 20 de marzo.
Según supo AFP, el recurso presentado por la agencia de noticias alega que “la Constitución no permite que el gobierno controle la libre prensa”. “La prensa y todas las personas en Estados Unidos tienen derecho de escoger sus propias palabras y a no sufrir represalias por parte del gobierno”, agrega en otro de sus párrafos.
Desde AP, apuntan contra la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susan Wiles, el subjefe de gabinete, Taylor Budowich, y la secretaria de prensa, Karoline Leavitt.
Los abogados de los funcionarios dijeron en una moción ante el tribunal que el caso no es sobre prohibir a la AP asistir a los informes de prensa o de usar las instalaciones de la Casa Blanca para la prensa. “La mayoría de los periodistas no tiene acceso rutinario al salón Oval, al Air Force One, o a la residencia presidencial en Mar-a-Lago. A su discreción, el Presidente decide quién tiene acceso especial de medios a eventos exclusivo”, expresaron delante del juez McFadden.
Antes de su investidura el 20 de enero, Trump anunció planes para cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de Estados Unidos”, y firmó una orden ejecutiva en ese sentido tan pronto como asumió el cargo. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió sarcásticamente y otros señalaron que el cambio de nombre probablemente no afectaría el uso global.
Google Maps comenzó a usar “Golfo de Estados Unidos” con el argumento de que tenía una “añeja práctica” de seguir lo dispuesto por el gobierno en tales asuntos. El otro proveedor líder de mapas en línea, Apple Maps, aún utiliza el “Golfo de México”.
AP, por su parte, dijo que continuaría refiriéndose al Golfo de México con ese nombre. Como una agencia de noticias global, remarcan que debe asegurarse de que los nombres de lugares y la geografía sean fácilmente reconocibles para todas las audiencias. En su manual de estilo, AP destaca que el nombre Golfo de México se usó por “más de 400 años” y enfatiza en que “se referirá a este por su nombre original al tiempo que reconoce el nuevo nombre escogido por Trump”.
Con información de AFP
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