El futuro de Talleres empezó a cocinarse en ‘La Nueva Olla’. El triunfo por penales ante River Plate en Asunción del Paraguay, en la noche del miércoles pasado, fue un golpe de escena que marca un antes y un después para la vida deportiva, institucional y política del club cordobés.
La demorada definición de la Supercopa Internacional 2023, una excursión incómoda para ambos protagonistas, terminó siendo un compromiso más en la agenda del Millonario y una enorme oportunidad para el Albiazul. Los desafíos de la ‘T’ eran encontrar un equipo, mejorar el funcionamiento en el campo de juego, apaciguar las críticas hacia el DT y la dirigencia y, de ser posible, dar el batacazo ante el favorito de la cátedra y las apuestas.
Todos los objetivos del conjunto ‘tallarín’ se terminaron cumpliendo luego de dos horas de tedioso partido y 10 minutos de emotiva tanda de penales, que desembocaron en la obtención del primer título nacional en la máxima divisional del fútbol argentino para un representativo cordobés. La postrera conversión de Gastón Benavídez, un redivivo ‘Lute’ Oste, terminó siendo la cura de todos los males que parecían andar rondando por barrio Jardín.
‘Cacique’ para rato
No venía siendo bueno el segundo tiempo de Alexander Medina como entrenador de la ‘T’. A la desilusión por el traspié ante Newell´s, en la resolución del Torneo de la Liga Profesional 2024, se sumó el mal arranque en el Apertura 2025, donde su elenco tuvo una escasa cosecha de puntos y estuvo lejos del estilo de juego intenso, directo y efectivo que caracterizó al primer ciclo del uruguayo.
“Hoy era especial, no había mañana”, admitió ‘El Cacique’ tras la consagración en el reducto de Cerro Porteño.
En la semana previa al enfrentamiento ante el River de los US$ 31 millones en refuerzos y de los cuatro campeones del mundo, las especulaciones sobre la continuidad del DT charrúa al frente del plantel albiazul habían estado a la orden del día, más allá del respaldo explícito del presidente Andrés Fassi. “Medina y Gallardo son los mejores técnicos del fútbol argentino”, llegó a declarar el dirigente, a quien los hinchas de la ‘T’ le venían reclamando en forma insistente por el armado del actual plantel.
Talleres recibió un premio de US$ 500.000 por el título en Asunción.
“Vi las críticas que llegaron hacia mí. En seis partidos me tenía que ir, habiendo peleado el campeonato el año pasado. Eso nos dolía todos”, declaró Medina, quien siete meses atrás limó asperezas con Fassi y acordó su retorno a Córdoba, con el declamado propósito de ‘coronar’ a Talleres.
Sin demasiada autocrítica respecto a la organización y el funcionamiento de su equipo, ‘El Cacique’ había tirado de la cuerda en las últimas semanas, reclamando públicamente a la directiva por el arribo de refuerzos: “Necesitamos que los jugadores lleguen de una vez por todas”.
Con la flamante estrella en el bolsillo, Medina tendrá aire suficiente para afrontar la etapa final del Torneo Apertura y arrancar la quinta participación de Talleres en la Copa Libertadores de América.
La Guerra del Paraguay
“Sabíamos que el título iba a llegar, y llegó”. Vestido como un jugador más, Andrés Fassi pudo darle rienda suelta al festejo el jueves pasado en el Estadio Kempes, donde jugadores, cuerpo técnico, empleados, directivos e hinchas confluyeron para celebrar la llegada de la Supercopa Internacional.
El día anterior, en Paraguay, el titular albiazul había presenciado la coronación de la ‘T’ desde la lejanía de un palco, impedido de representar oficialmente a su club por la suspensión de 24 meses que el Tribunal de Disciplina de la AFA le aplicó el pasado 10 de octubre.
Desde las gradas del Estadio General Pablo Rojas, Fassi observó una postal inimaginable cuatro meses atrás: Claudio ‘Chiqui’ Tapia, presidente de la AFA, entregando el trofeo de campeón al arquero albiazul Guido Herrera.
“Disfrutá, te lo merecés más que nadie, por todo lo que hiciste por el club”, le dijo el capitán al máximo directivo de la ‘T’, cuando se encontraron en las cercanías del vestuario y se fundieron en un abrazo. En la ceremonia de premiación, Herrera recibió el trofeo, agradeció con una leve reverencia y se dio vuelta para celebrar con sus compañeros sin estrechar la mano de Tapia, quien atinó a levantarle el pulgar y emprender la marcha atrás.
El 17 de marzo, la ‘T’ conocerá sus rivales en la Copa Libertadores 2025.
Minutos más tarde, el mandamás de la AFA saludó formalmente al flamante campeón de la Supercopa Internacional desde su cuenta de ‘X’: “¡Felicitaciones Talleres, por la consagración en la Supercopa Internacional! Un saludo para toda la gente del Matador en este día tan especial para su historia”.
En las redes sociales hizo ruido el silencio del tesorero afista Pablo Toviggino -el ‘Gordo Dan’ de la gestión Tapia- quien suele cruzar con dureza a Fassi, por su adhesión al proyecto de convertir a los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas impulsado por el Gobierno Nacional.
Entre los más fervientes acólitos de la conducción del fútbol argentino, quien se expresó fue Daniel Ferreiro, exvicepresidente de Nueva Chicago: “Me pone contento que ganó Talleres, y eso pone en evidencia que en la AFA el que mejor juega gana y que todos son iguales en oportunidades. Dejen de ver fantasmas y apoyen que los clubes sean de sus socios”.
“Fassi está suspendido como presidente y en verdad no está en funciones en AFA y Liga. De hecho, participó un gran dirigente como Rodrigo Escribano (vicepresidente 3°) en las previas y posteriores del protocolo. Con Fassi no ganaron nada. Y siempre va a quedar que la Copa la ganaron en la gestión de Tapia y Toviggino”, añadió Ferreiro.
De primos y padrinos
En el ámbito cordobés, Racing de Nueva Italia y la Liga Cordobesa de Fútbol, cuyas dirigencias mantienen diferencias con Talleres, saludaron la obtención del inédito título para el fútbol cordobés.
No pasó lo mismo con Belgrano e Instituto, cuyos presidentes forman parte del flamante Comité Ejecutivo de la AFA, aunque Fassi se encargó de aclarar que recibió por privada las congratulaciones de su par del club de Alberdi: “Artime me llamó”.
Desde Alta Córdoba, la nota destacada la brindó un hincha que, bandera albirroja en mano, se unió a los festejos en las calles céntricas de la ciudad.
Ocupados en tratar de morigerar el impacto del pelotazo en contra que representó el cripto-gate y en promover como un golazo de media cancha el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, al presidente Javier Milei, la diputada nacional Juliana Santillán y el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes Daniel Scioli se les pasó por alto saludar a Talleres.
También al empresario Guillermo Tofoni, otro de los que sumaron a Fassi en la foto en su cruzada contra el modelo social de los clubes. En su caso, empeñado en disimular las gambetas del empresario estadounidense Foster Gillett, a quien apuntala como como nuevo mecenas del fútbol argentino.
La vuelta olímpica de Talleres también vuelve a poner a Fassi en la mira de la política. ¿Se animará el dirigente a validar en la cancha grande su fama de buen gestor? La respuesta quizá dependa del esperado laudo del TAS, el Tribunal de Arbitraje Deportivo donde el club apeló la sanción a su pope.
En esa corte de la ciudad suiza de Lausana, por lo pronto, se definirá si, en barrio Jardín -donde su continuidad tiene allanada el camino no sólo por los logros, sino por un estatuto hecho a medida y por una oposición amigable- Fassi será gobierno o poder, o ambas cosas, desde el próximo fin de año.