Mauricio Macri sufrió su segundo golpe político en pocos días. Tras la derrota en la Ciudad que dejó herido al PRO, el Chiqui Tapia fue nombrado como consejero de la FIFA.
El Chiqui es uno de los principales enemigos de Macri, que preside la Fundación FIFA. El líder del PRO parece haber perdido la batalla para privatizar el fútbol argentino y ahora deberá convivir en la máxima institución del fútbol con Tapia.
Como contó LPO, Macri viajó de urgencia a Paraguay la semana pasada por motivos que no quedaron claros. Buscó reunirse en privado con Gianni Infantino, pero no lo consiguió. Tampoco logró desarmar el nombramiento de su rival a pesar de que se abalanzó sobre el presidente de la Conmebol apenas había terminado si discurso.
Para desgracia de Macri, Tapia llegó al congreso de la FIFA en Asunción junto a Juan Román Riquelme, vice de Boca y de la AFA, que derrotó al líder del PRO en las elecciones del xeneize de 2023.
Macri se va de viaje y Ritondo y Santilli avanzan con el acuerdo con Milei
La Confederación Sudamericana de Fútbol tiene cuatro asientos permanentes y una vicepresidencia que ocupa Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol, en el Consejo de la FIFA.
El Consejo es el principal órgano de la federación y cuenta con 37 miembros elegidos por los países integrantes de la FIFA. En sus asambleas se deciden las principales cuestiones vinculadas al deporte y al negocio del fútbol.
Julio Grondona ocupó hasta su muerte una vicepresidencia del viejo Comité Ejecutivo, el antecesor del Consejo. Tras la muerte de Grondona, Argentina recuperó un asiento en el órgano que fue ocupado por Tapia.
La definición de la Copa América de Brasil 2019 provocó fuertes protestas de los jugadores y dirigentes argentinos y Tapia perdió su lugar en el Consejo. Ahora volvió a recuperarlo.
La destitución de Ednaldo Rodrigues como presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol dejó vacía una silla que será ocupada provisoriamente por Tapia.
Brasil tenía ese lugar desde 1994, cuando Ricardo Texeira fue designado por la Conmebol. El FIFAgate le hizo perder su lugar, pero la silla siguió perteneciéndole a Brasil.